La estrategia de la industria láctea está clara; confundir a la opinión pública presentando los precios propuestos en sus ofertas iniciales de negociación con los que finalmente se deberían firmar después de una negociación.
Varios medios de comunicación se han hecho eco de propuestas por parte de las industrias con bajadas de entre 5 y 7 céntimos por litro. Esas ofertas, efectivamente, existen pero exactamente igual que en todos y cada uno de los procesos de negociación celebrados con anterioridad y en cualquier ámbito comercial. Las primeras ofertas distan del acuerdo final siempre y cuando se produzca una negociación entre las partes.
La industria está bombardeando con informaciones que apuntan a una bajada de los precios de la leche a partir de la primavera para abonar el estado de ánimo de los ganaderos que tienen que renovar sus contratos.
La situación actual, sin embargo, dista mucho de esos planteamientos puesto que el descenso continuado de la producción, un descenso del consumo mucho menor de lo esperado, el nuevo repunte de los precios de las materias primas y el propio sentido común dicen que 2023 debiera de ser un periodo de estabilización de los precios.
Agaprol -la mayor OPL del país con más de un millón de toneladas de leche negociadas con una treintena de industrias- hace un llamamiento a todos los ganaderos para que reciban con cautela todas estas informaciones y se sumen a la negociación de contratos que se iniciará en breve.
La unión de todos los ganaderos, los datos objetivos y una negociación seria y responsable deben de ser la clave que permita defender los intereses de los ganaderos.
El modelo de Organización de Productores Lácteos, autorizada e impulsada por las Unión Europea y las administraciones nacionales ha demostrado su eficacia a la hora de negociar en mejores condiciones la producción de leche en toda Europa. Ese es el compromiso y el llamamiento de Agaprol OPL que pretende que el precio final sea fruto de una negociación justa entre las partes y no una simple imposición por parte de la industria que, obviamente, sólo defenderá sus intereses ante una situación de volatilidad como la actual.
No confundir y aclarar las diferencias entre oferta y contrato será la primera de las tareas a desempeñar en este proceso de negociación que ahora arranca y que algunos se empeñan en dar ya por cerrado.