El vacuno de leche atraviesa una crisis estructural sin precedentes. El censo de animales en las explotaciones ganaderas lleva cinco años descendiendo de forma vertiginosa y entre enero de 2018 y enero de 2023 se ha visto reducido en 70.443 cabezas, es decir, un 8,2% menos. 

El número de novillas, por su parte, en las explotaciones se está recuperando tímidamente desde el año 2021 pero todavía a 8.266 animales de los que se criaban en las granjas de nuestro país allá por el año 2018 cuando se contabilizaron 285.897 efectivos. 

Las explotaciones en nuestro país han sufrido desde hace dos años una de las mayores crisis de precios que se recuerdan. La subida de los costes de producción llevó al sector a elegir entre producir por debajo de sus costes de producción o a sacrificar animales para abastecer unos mataderos que -al contrario que la leche- veían cómo sus precios subían de forma considerable. 

Éxodo provocado

Esta dramática situación se ha traducido en un cierre masivo de explotaciones. Uno de cada cuatro ganaderos han dejado la actividad provocando que el número de explotaciones se haya reducido hasta las 10.717 o lo que es lo mismo, 3.722 granjas menos. 

A la producción por debajo de costes se suman las cada vez mayores trabas sanitarias y medioambientales para seguir produciendo leche. 

La reducción del tamaño de las ganjas es casi anecdótico puesto que el nuevo reglamento de ordenación interviene no sólo en el número de cabezas limitado a 725 animales sino en aspectos como el saneamiento, tamaño y equipamiento, energía o, las nuevas limitaciones en materia sanitaria con la eliminación del uso de antibióticos. 

Soberanía alimentaria

Este insoportable nivel de presión ha provocado la desaparición de buena parte de la cabaña, el cierre de miles de explotaciones y un descenso de la producción pero es que, además, pone en riesgo la seguridad y la soberanía alimentaria para los consumidores. 

Las medidas adoptadas por la administración no sólo elevarán el precio final en los lineales de venta sino que también provocarán desabastecimiento a medio plazo.

 

Fuente: AGAPROL – MAPA