• La industria debería pagar de media 52 euros más para no vulnerar la Ley de la Cadena Alimentaria
  • El estudio confirma que los ganaderos ya perdía 29 euros por tonelada de media antes de la subida del maíz y la soja
  • El Ministerio ya ha puesto su sello sobre el Estudio de Costes de Producción que pretende aprobar en junio

El Estudio sobre la Cadena de Valor de la Leche Líquida del Ministerio ya no aguanta más encerrada en el fondo de un cajón. Parece ser que ya tiene las correcciones que los negociadores de las distintas partes habrían pactado antes de la aprobación definitiva del documento en el Observatorio de la Cadena Alimentaria en el mes de junio. 

El estudio que es de una sencillez absoluta -existen otros similares desde hace años- algo debe tener escondido en su interior o en sus previsibles efectos para que su publicación se esté demorando de la forma que lo ha hecho. Desde la promesa inicial de publicarlo en el mes de octubre hasta lo que parece su alumbramiento final en junio han pasado nada más y nada menos que 9 meses, un embarazo en toda regla. 

El milagro, sin embargo, parece haberse producido y finalmente los ganaderos podrán disfrutar del mismo como referente en las próximas negociaciones. Otra cosa es que la fecha de publicación ya huele un tanto a chamusquina si se tiene en cuenta que más de 50% de los ganaderos españoles han tenido que negociar sus contratos de este año sin referencia alguna. 

El informe definitivo sólo difiere de las versiones que se han ido filtrando durante estos meses en que establece horquillas para los promedios de valores máximos y mínimos en los ingresos y los costes de producción de ganaderos, industrias lácteas y distribución. Los datos, sin embargo, siguen siendo rotundos y demuestran oficialmente que los ganaderos perdían una media de 29 euros por tonelada de media en los años 2018, 2019 y 2020. A esa cifra habría que sumar los 38 euros por tonelada que se ha encarecido la alimentación en España desde que se realizó el trabajo de campo del estudio. La suma de las dos cosas deja claro que los ganaderos actualmente están perdiendo 52 euros por tonelada. No hace falta recordar que eso está terminantemente prohibido por el mismo Gobierno que ahora va a hacer públicos unos datos oficiales, consensuados y aceptados por industria y distribución. 

El informe destaca que la horquilla de ingresos de los ganaderos oscila entre los 332 y los 382 euros por tonelada. Esos ingresos son fruto del precio pagado al ganadero en la explotación entre 322 y 332 euros por tonelada y otros ingresos conexos a la leche (novillas, desvieje, terneros, etc…) que se mueven en un margen entre los 10 y los 50 euros por tonelada. 

Los costes de producción, según el mismo estudio, establece un rango de entre 308 y 435 euros por tonelada lo que situaría la media del sector en 371,5 euros por tonelada a lo que nuevamente habría que sumar los 38 euros por tonelada que se ha encarecido la alimentación de los animales desde la realización del estudio. 

HASTA LOS ABUELOS TRABAJAN EN LA GRANJA

El informe de costes de la Cadena de Valor de la Leche Líquida recibe estos días, además, un nuevo impulso con la decisión del Ministerio de Trabajo de reforzar las inspecciones en las explotaciones ganaderas. Si el Ministerio de Agricultura tiene en cuenta lo que los inspectores de Trabajo podrán confirmar en las explotaciones ganaderas de nuestro país los costes de producción ahora conocidos serán aún mayores e impulsarán aún más el precio que los ganaderos tienen que recibir por su leche para no vender a pérdidas. 

Los inspectores de Trabajo podrán comprobar cómo en las granjas para que las cuentas cuadren tienen que seguir trabajando todos los días los abuelos con 80 años, los niños pequeños cada fin de semana cuando dejan de estudiar para ayudar a sus padres y los que están fuera del medio rural y trabajan fuera cuando tienen que venir a ayudar para ensilar en las explotaciones. Agricultura y Trabajo, Trabajo y Agricultura podrán comprobar entonces que el estudio de costes se ha quedado corto y que en la ganadería la gente también quiere trabajar con garantías laborales, seguros, pensiones, etc… vamos, exactamente lo mismo que hacen todos los trabajadores de la industria y la distribución para sus empresas que si tienen beneficios. 

El Gobierno tendrá entonces la oportunidad de seguir haciendo cumplir la Ley y obligar a que las industrias y la distribución paguen a los ganaderos los verdaderos costes de producción de un producto, la leche, que es un bien de consumo indispensable y al que los consumidores no van a renunciar. 

SOSTENIBLES Y MEDIOAMBIENTALES

El estudio de costes de producción del ministerio de Agricultura también podrá tener en cuenta lo importantes que son los ganaderos españoles para el medio ambiente en nuestro país. Los ganaderos españoles estarán encantados de ver cómo el Gobierno impone impuestos a aquellos productos lácteos que vengan de terceros países y no por el hecho de ser extranjeros sino porque la huella de carbono de un litro de leche traído de Francia o de Alemania -de donde importamos 2.5 millones de toneladas cada año- es una barbaridad y producir aquí es mucho más verde y respetuoso con el medio ambiente.. 

Los ganaderos españoles podrían compartir esta norma sin problema alguno ya que ellos ahora mismo sufren este tipo de presión a través de reales decretos que gravan sus vertidos de purines o las emisiones de Co2 de los pedos de sus vacas. 

Esa presión y persecución financiera a la contaminación y el deterioro del medio ambiente a quienes transportan miles de kilómetros un simple litro de leche  convertirá en mucho más rentable las producciones de los ganaderos españoles que ya pagan por ello desde hace años. 

Por cierto, seguro que el coste de producción en sus promedios máximos y mínimos también tendrán en cuenta que es distinto el coste de producir leche para ocho millones de personas en Andalucía, siete millones en Cataluña o cuatro en Madrid cuando allí las materias primas son mucho más escasas y caras que en el resto de España. 

QUE SE CUMPLA LO PROMETIDO

La ganadería española lleva años reclamando medidas a las diferentes administraciones competentes en la materia. Esas administraciones, por su parte, han correspondido abundantemente a esas reclamaciones de ganaderos y agricultores de este país y son cientos las leyes, reglamentos, reales decretos y leyes que regulan el sector. Otra cosa bien distinta es que el sector es plenamente consciente de que cuando las cosas se aprietan a nadie le cuesta demasiado firmar un nuevo decreto pero después todos hacen mutis por el foro cuando de hacer cumplir se trata. 

El estudio de la Cadena de Valor de la Leche Líquida junto al Real Decreto 5/2020 y la modificación de la Ley de la cadena Alimentaria son herramientas más que suficientes para que el sector primario pueda sobrevivir dignamente pero eso si, que nadie se engañe, si el Gobierno no hace cumplir la Ley todo quedará en agua de borrajas y seguiremos viendo cómo cierran mil granjas al año mientras las cadenas de distribución siguen haciendo presentaciones espectaculares para dar cuenta de cómo aumentan sus beneficios.