Lleva meses recorriendo toda España en busca de productores de leche, de huevos o de aceite para reunirlos con los potenciales consumidores y todo ello bajo la atenta mirada de las grandes empresas de distribución que conocen esta iniciativa surgida en la vecina Francia.

La responsable de la iniciativa “QUIÉN ES EL JEFE” en España, Annaïck Locquenoux es una francesa que lleva tres décadas viviendo en nuestro país y que ha impulsado en una marca de carácter colaborativo en la que productores, transformadores, distribuidores y, sobre todo, consumidores participan de una forma activa y transparente. El modelo ya funciona con éxito en Francia y en estos momentos se desarrolla por buena parte de los países del viejo continente.

Annaïck llega a la entrevista corriendo y con la hiperactividad que la caracteriza casi tanto como el entusiasmo que imprime a todo cuando hace.

P.- Buenos días Annaïck; en qué consiste ¿Quién es el jefe?

R.- Somos un grupo de consumidores que hemos decidido tener voz y voto para decidir lo que queremos consumir y decidir también cuánto estamos dispuestos apagar por ello. Es una iniciativa que es de todos, podemos empezar a pensar que podemos tener voz y voto para crear nuestros propios productos.

P.- ¿Cómo se crean esos productos?

R.- Yo siempre digo que cuando voy al supermercado y voy con mi carrito pienso ¿por qué éste y no éste? Aparentemente son dos productos idénticos y probablemente elija el más barato porque da igual, pero cuando pienso que puedo decidir el origen del producto, el proceso de fabricación, de las materias primas, de poner cara y ojos a los que están detrás del producto a los que me alimentan todo cambia mucho.

La mejor forma de saber lo que consumimos es poder decidir sobre estos criterios y para eso no hace falta ser ingeniero agrónomo. A mí me gustaría tener una leche española, una leche que remunere al ganadero a su justo precio, porque si el ganadero puede vivir dignamente de su trabajo te va a dar un producto de calidad. No es una obra de caridad, es algo que nos permite darnos cuenta como consumidores de que el ganadero no cubre sus costes de producción.

Yo siempre pregunto a los ganaderos ¿cuánto mas necesitas recibir por un litro de leche para dignamente de tu trabajo? Y la respuesta es generalmente “cuatro o cinco céntimos más de lo que recibo ahora mismo”. Y entonces yo pienso; cuántos litros de leche consume de media un español al año y la respuesta es 70 litros que supondrían en total 3,50 euros para que tú te puedas levantar por la mañana con una sonrisa y además con un producto de calidad.

Yo creo que muchos de nosotros queremos apostar por esto y gastarnos esos pocos céntimos mas.

P.- ¿Este modelo qué exigencias supone para el ganadero?

R.- Hicimos una encuesta on line a través de la web de “La marca de los consumidores”. Entre todos somos más de 8.000 consumidores los que hemos votado y hemos pedido que la leche sea española, con una alimentación de las vacas con un 50% de forraje todo el año… en definitiva, una serie de condiciones que, aunque nosotros no somos expertos, hemos conseguido a través del diálogo con los productores -que muchas veces hemos perdido- hemos podido ver qué céntimos estamos dispuestos a pagar y qué supone eso en tiempo real en el impacto económico para todo el sistema.

Al final, tú eliges un producto con una serie de criterios y el ganadero, por su parte, se involucra y te da un producto con unos criterios como el bienestar animal en el que por supuesto se cree y además se defiende de forma real y no con simples palabras para que quede bonito. No es un bienestar animal en palabras sino cosas reales como un rascador para las vacas o un ventilador o tener la granja bien ventilada durante el verano cuando hace mucho calor o algo que me sorprendió mucho como consumidora; yo pensaba que las vacas pastaban doce meses al año porque el en el pack de leche siempre vemos una vaca pastando pero eso no es verdad. Y cuando preguntas y pides que te cuenten cómo es realmente el proceso, te das cuenta de que necesitas más información y que todo es mejor si hay un diálogo entre todos.

La leche semidesnatada que hemos votado cuesta 0,90 euros pero más que un producto tengo claro que detrás hay una historia.

P.- ¿Cómo son los productores que hacen esa leche y con los que habéis dialogado?

R.- Los productores están muy ilusionados con la iniciativa y te dicen que cumplen estos criterios; una leche española, con una remuneración justa (entre todos hemos votado 39 céntimos por litro para el ganadero) al final es un producto muy transparente en cuanto al precio. Porque yo no conozco muchos productos en España sobre los que puedas saber dónde va nuestro dinero pero en este sí.

Además nosotros, con consumidores de toda España, hemos ido a ver a productores en Zamora y nos contaban; pues los 39 céntimos realmente nos llegan nosotros. Al final hay criterios que hemos votado entre todos como el céntimo que se destina a apoyar a las pequeñas granjas en España porque no queremos dejarlas de lado por ser pequeñas y entre todos hemos decidido que apostar por la formación técnica en el medio rural, el apoyo a la mujer en el medio rural donde muchas son ganaderas. Yo creo que esto es algo que queremos como consumidores.

P.- ¿Cómo es el consumidor tipo al que se dirige “Quién es el jefe”?

R.- De las 8.000 personas que han votado por los criterios de la leche y los huevos e, incluso, las 700 personas que se han registrado en la web para poder participar en las visitas a las granjas hay todo tipo de consumidores independientemente de su entorno. Porque poder ser actor del cambio que queremos para el mañana es algo que nos importa a todos porque nos importa a nosotros y también nos importa para nuestros hijos.

P.- ¿A qué aspira a convertirse “Quién es el jefe”?

R.- Hace un año la gente me decía que todo esto era imposible y que no podríamos sentar a un productor, a un distribuidor y a un fabricante pero lo hemos conseguido. Por eso siempre digo que el ´no´ ya lo tenemos y pienso que la si gente quiere un cambio quizá podamos hacerlo. Por qué no atreverse a pensar que si somos 47 millones de españoles podemos tener voz y voto para decidir los productos que queremos consumir y eso es algo que entre todos lo podemos hacer.