Lo que están haciendo con la leche industria y distribución no sólo es una indecencia es que, además, es ilegal. En cualquier otro sector podrían decir lo que quisieran pero los años de atropellos, abusos e intimidaciones han hecho que la legislación estableciera un marco especial para evitarlo. Ahí están las leyes, los Boletines oficiales y los mil acuerdos suscritos para evitar que los grandes campen a sus anchas y sigan la tradición de sus mayores diciendo “esto es lo que hay y si no te parece bien te dejo de recoger la leche”. 

Los ganaderos gritan estos días que “hasta aquí hemos llegado” y lo hacen porque reclaman un precio justo para su producción, reclaman no perder dinero, reclaman Justicia. Los ganaderos no quieren que les paguen por lo que no hacen sino que industria y distribución dejen de cuadrar sus cuentas de resultados a base de los ahorros de toda una vida de miles de familias que sostienen con su esfuerzo las explotaciones. Los ganaderos no piden que les den el dinero por caridad sino que dejen de utilizar la leche como reclamo y como arma arrojadiza entre supermerecados. 

Nadie ha preguntado a los consumidores porque no les importan en absoluto. Ellos sólo se atrincheran en un precio en el lineal porque su competidor también lo hace. No suben ni bajan porque el mercado diga una cosa o la otra sino porque tienen unos rehenes a su servicio -los ganaderos- que les pagan el mantenimiento de su cuota de mercado en el lineal. 

Las industrias, mientras tanto, dicen que la culpa es de la distribución y miran para otro lado. No. La industria es tan responsable como los supermercados porque si cumplieran la ley poco margen les quedaría para seguir pegando patadas arriba. 

La Administración conoce todo esto mejor que ganaderos, industria y distribución juntos pero sigue actuando en base a su tibieza electoral. Los ganaderos son pocos pero alguien en los despachos debería darse cuenta de que cuando traigan la leche de otros países los consumidores -por precio- los ecologistas -por contaminación- y todo el sector primario se tirará a la calle por su inacción.