Los domingos por la tarde veíamos en la tele aquellas películas en las que los esclavos recogían algodón mientras un cruel capataz arreaba mandobles a diestro y siniestro. El papel de los unos y de los otros no se entendería si no fuera porque todos trabajaban para un poderoso industrial que era el que se hacía de oro con aquellas prácticas salvajes. Ahora no son las películas sino los telediarios los que ofrecen imágenes de milles de inmigrantes que abandonan sus países para venirse a Europa en busca de una vida mejor. 

Las películas de Kunta Kinte y la valla de Ceuta tienen una explicación clara; la gente cuando no tiene de qué vivir o se rebela o se larga. Dirán ustedes que qué tiene que ver eso con el vacuno de leche en España, pues mucho. Sólo hace falta ver lo que industria y distribución están haciendo en el medio rural español apretando a los productores hasta que no son capaces de seguir y se ven obligados a cerrar.  

Alguno podrá decir que también tuvieron que cerrar e irse herradores, arrieros o aladreros pero aquellos lo hicieron porque simplemente su oficio ya no hacía falta. La leche, sin embargo, es un producto cada vez más consumido, los quesos se han convertido en alimentos de alto valor añadido y no digamos nada si de lo que se trata es de hacer leche en polvo para enviársela a la insaciable china. 

El de ganadero de vacuno de leche es un oficio que debiera estar al alza y así lo demuestran los neozelandeses, franceses, americanos o irlandeses. En España, sin embargo, eso no pasa. Aquí la plantación de algodón en forma de explotaciones ganaderas sigue en manos de industria y distribución que por no moverse de su sillón serán capaces de matar su gallina de los huevos de oro que son los ganaderos. 

Cuando dices esto industria y distribución te espetan sin rubor que “es que el consumidor quiere productos baratos”. Pues bien, que piensen esos consumidores cuánto tendrán que pagar por la leche cuando la tengan que traer de Francia o de Irlanda. Que se acuerden además de todos esos carísimos anuncios en los que industria y distribución venden lo ecológicos y sostenibles que son mientras la leche deja de producirse aquí y tenga que venir en camiones desde más allá de los Pirineos contaminando más que un avión a escape libre. ¿Entonces que anunciarán? Puede que decidan hacer anuncios diciendo que ellos siguen ganando porque han subido el precio en los lineales y entonces poco importará lo que paguen los consumidores, que hayan cerrado todas las granjas de España o que el medio ambiente se vaya al carajo.