La irresponsable actitud de la industria provocará en septiembre una situación insostenible de precios disparados y desabastecimiento

La subida del precio de la alimentación animal y de la energía estuvo tras la subida de precios del año pasado pero no porque las industrias tuvieran en cuenta los costes de producción de los ganaderos, lo que realmente tuvieron en cuenta para subir las ofertas fue que la producción se desplomó y el censo de vacas cayó casi un 5% en menos de dos años. 

Agaprol insiste a los ganaderos en la necesidad de “levantar el pie del acelerador” en la producción aprovechando los buenos precios que en estos momentos ofrece la industria cárnica por nuestras vacas. 

Un descenso del 5% de la cabaña ganadera volvería a igualar la oferta y la demanda y, por ende, a garantizar precios competitivos y justos para el sector. 

La reducción del 5% de la producción sería más rentable que seguir produciendo lo mismo que ahora con los precios que la industria pretende pagar y que en muchos casos superan el 10% de bajada. Producir menos es ganar más. 

Ahora falta ver si todos hemos aprendido la lección para evitar que en septiembre vivamos situaciones de desabastecimiento y precios desorbitados.