La industria láctea se ha lanzado a promover un descenso del precio de la leche en las explotaciones para 2023. Está claro que ni ellos ni la distribución han entendido que si continúan arruinando a los ganaderos la producción se resentirá y se volverán a ver incrementos de precios de la leche en las granjas y en los lineales provocados por su propia competencia ante la falta de materia prima. 

Ni los costes de producción derivados de los precios de la alimentación animal ni la energía han registrado modificaciones sustanciales y, de hecho, las previsiones no son nada halagüeñas para este año. No existe una reducción de los costes para los ganaderos que justifiquen el pretendido descenso en el precio de la leche. 

La situación de ruina a la que han llevado los precios por debajo de costes soportados durante los dos últimos años siguen provocando cierres masivos de explotaciones como lo 90 registrados durante el pasado mes de enero. En España cierran tres granjas al día. 

Aprender la lección

Ni industria, ni distribución parecen haber aprendido la lección del año pasado  y pretenden volver a asfixiar económicamente a unos ganaderos a los que no les quedará más remedio que sacrificar animales aprovechando el buen precio de la carne, en eso consiste la “Operación Chuletón”. Ahora también habrá que comprobar si los ganaderos han aprendido lo aprendido en el pasado

 

Los datos del censo y la producción lo avalan

La experiencia del año 2022 no deja lugar a dudas, con una reducción del censo del 2,9% (23.630 vacas) la producción cayó un 2,2% (163.000Tn). 

Esa situación de producción reducida llevó a las industrias a considerar, por fin, la necesidad de pagar por su leche a los ganaderos el precio que les costaba producirla. 

Objetivo 2023

Observando los datos del año pasado en el presente ejercicio el sacrificio del 5% de los animales (-40.000 vacas) supondría un descenso de la producción del 3,3% (-240.000 Tn), lo que supone que por cada 12.000 vacas menos la producción se reduce un 1%.

Menos vacas, más ingresos

Mantener el precio en el actual “Código 600” permite a un ganadero de 1.000 Tn anuales reducir su cabaña un 5% y seguir ganando más que si se reduce el precio de 550 euros y mantiene todos su animales en ordeño. 

La tercera pata de esta ecuación de la Operación Chuletón son los buenos precios que la industria cárnica está ofreciendo por sacrificar animales procedentes de las granjas de vacuno de leche.