El año 2025 arranca con el prefijo “5” como horizonte para los precios a percibir por los ganaderos de nuestro país. El prefijo “5” es muy amplio y lo es porque el sector es consciente de las variaciones que lógicamente pueden aparecer incluso en un sector que puede ser estable en el medio plazo. Esa estabilidad no está reñida con la estacionalidad de la producción o con los picos y valles que registra el consumo final. El prefijo “5” va desde los 500 hasta los 599 euros. 

Las negociaciones tiene que comenzar a contemplar contratos a más largo plazo al que hemos estado acostumbrados durante los últimos años y han de ser conscientes de la posibilidad de incluir esas fluctuaciones en base a índices de referencia para la indexación que sean positivos para todas las partes implicadas sin caer en la equivoca tentación de implementar índices manipulables por una de las partes. 

El alto precio que registra la carne en estos momentos y que parece haber llegado para quedarse será una fórmula legítima y utilizaremos de control de la producción lechera en manos de los productores. Esa situación será positiva en el momento actual y también lo será a futuro puesto que tras el descenso del censo aparecerá también una mejora de la productividad de las explotaciones que se deshagan de las vacas menos productivas para quedarse con las más rentables en producción. 

Las estratosféricas subidas de derivados como la mantequilla también parecen haberse consolidado a nivel europeo y mundial. Las cifras récord así lo demuestran en buena parte de Europa y eso junto a la condición de país deficitario de nuestro país puede y debe traer estabilidad a nuestro sector. Una estabilidad reclamada por los ganaderos pero que beneficiaría aún más a una industria y distribución ancladas en el discurso de la bajada de precios. 

La cadena de valor de la leche en estos momentos tiene margen suficiente para que todos los implicados puedan vivir con dignidad de sus trabajos. Así mientras en 2021 el margen existente en 2021 era de 25 céntimos ahora mismo esa cifra sube hasta los 45 céntimos. Parece razonable afirmar que el sector lácteo es viable en nuestro país y que todos pueden vivir de él con la autorización de los consumidores. 

El mercado interno y el externo apuntan a producciones estables para los próximos meses y eso permitirá reducir las incertidumbres para empezar a hablar de un año en el que todos puedan saber qué es lo que va a suceder mañana con un cierto grado de tranquilidad. 

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