Las claves del año que comienza en el sector lácteo pasan por superar la barrera de los 500 euros por tonelada, lograr la estabilidad del sector y evitar referenciaciones a aquellos índices que son claramente influenciables por las industrias como es la referencia al precio FEGA.
Las industrias parecen haberse puesto de acuerdo para volver a tiempos pretéritos y el próximo mes de marzo será en el que se pongan todas la miradas del vacuno de leche en España. Ese momento, justo en el inicio de la primavera, es el momento que todos los compradores han decidido que sea cuando se ponga precio. Los que ya venían de contratos “largos” obviamente tendrán que renovar y aquellos que habían optado por acuerdos a dos o tres meses han vuelto a renovar para coincidir con el resto de sus competidores.
La de la fecha de renovación de los contratos no es la única coincidencia entre los compradores de leche que, además, están visitando granjas y, en algunos casos, firmando contratos a largo plazo referenciados al índice FEGA.
La referenciación sería, sin duda, una de las fórmulas que hubieran permitido estabilizar el mercado y que todo el mundo hubiera sabido a qué atenerse a lo largo de los últimos años. Existen índices con indicadores sobre los costes de producción, los precios internacionales o el IPRI pero ni antes ni ahora parecen ser los aceptados por las industrias de nuestro país. Los inspectores trasladan estos días a los ganaderos la posibilidad de referenciar sus contratos a los datos publicados por el FEGA o, lo que es lo mismo, dejar plana la evolución del precio e, incluso, provocar ciertos retrocesos en el precio.
Referenciar a índices como el FEGA está prohibido por la Ley de la Cadena Alimentaria puesto que si una industria de referencia en España o en una Comunidad Autónoma establece ese parámetro como indicador para sus contratos la traducción es que el precio no se moverá. Esto sucede porque los grandes compradores tienen tal capacidad de influencia en los precios del entorno de su zona de compra que el índice sería incapaz de “moverse” porque, en realidad, estaría autoreferenciándose.
Los dos próximos meses van a ser intensos en la negociación y, en buena medida, supondrán qué es lo que va a ocurrir en el vacuno de leche de nuestro país a lo largo de todo el recién estrenado año 2.025