Las últimas reuniones convocadas por el ministerio de Agricultura están siendo el balón de oxígeno perfecto para que industria y distribución continúen campando a sus anchas y controlando un mercado que día a día se les va más de las manos. 

La demostración de que hace falta leche está en las estadísticas de consumo en España y en todo el mundo pero como son las industrias y la distribución las que las controlan poco se puede sacar de ahí por más que, semana tras semana, mostremos los datos de los precios de la leche en Europa y en el mundo. La leche sube porque hay demanda, si los consumidores se hubieran pasado en bloque a las bebidas de soja esto no estaría pasando. 

Lo que si saben los ganaderos es que el mes pasado cerraron 145 granjas en España y eso es menos leche para que las industrias sigan ganando dinero a cuenta de no moverse en los precios de los contratos lácteos. Lo que también sabe cada ganadero es cuánto ha cambiado la ración de los animales y cuánta leche menos va a producir por ello. Los ganaderos también saben, mejor que nadie, cuántas vacas han tenido que mandar estos meses al matadero porque valían más para carne que para seguir perdiendo por litro de leche producido. 

Las industrias conocen perfectamente que el sector está al borde del colapso y por eso -aunque siguen sin subir el precio- se afanan en amarrar contratos y en ofrecer a todo el que se mueve un “vente conmigo” que el año que viene “te recojo la leche”. Lo que no dicen es que luchan por tener ganaderos rehenes a un precio que sigue siendo irrisorio y que, aunque parezca una tabla de salvación, sigue sin garantizar ni la estabilidad ni los costes de producción. 

Agaprol llama a todos los ganaderos a no firmar los contratos que no cubran sus costes  porque si las industrias quieren seguir trabajando tendrán que asumir su parte en todo esto y pagar por lo que se llevan de la granja.

Recoger la leche sin contrato está prohibido y ningún ganadero va a tirar la leche pero es que en el momento actual esto tampoco lo va a hacer ninguna industria con sed de leche acumulada.

Negociar los contratos hasta el último minuto, buscar periodos de contratación lo más cortos posibles y, ante todo, reclamar lo que es justo serán las bazas del sector en las próximas semanas. La administración está dando aire a industria y distribución para que todo pase porque tienen miedo a la inflación pero los que tienen que respirar son los ganaderos y eso hay que hacerlo todos los días.