El CEO de Capsa, Armando Tellado, habría la caja de los truenos la semana pasada en su cuenta de la red social LinkedIn. El responsable de marcas como Central lechera Asturiana, Larsa o ATO lanzaba en abierto la sguiente reflexión 

Armando Tellado: “¿Por qué sube la leche? ¿Porque las empresas son avariciosas y engordan sus márgenes?

Pues a mi juicio, y con los datos del MAPA (Gobierno de España), la conclusión es que los precios han subido para compensar el incremento de coste de producción de los ganaderos (fertilizantes, cereales, energías, etc). Ni siquiera el incremento de costes de las industrias en su totalidad. Y pese a esta fuerte subida de precios pagados al ganadero, la producción ha caído en relación al año anterior -por falta de rentabilidad principalmente.

Así que si no queremos quedarnos sin leche no nos queda otra que pagarla por su justo precio, que debe ser al menos el coste de producción.

Las empresas lácteas este año, y creo que sin excepción, o bien ganarán menos dinero o directamente perderán dinero. No creo que ni una sola aumente sus márgenes.

Y desde la perspectiva del IPC, sí un consumidor medio bebe 70 litros de leche al año, y asumimos un incremento anual del PVP de 30 cts por litro, el incremento de precio anual total pagado habrá sido de €21. Que repartidos en 12 meses no llega a €2 al mes.

Realmente es un precio muy alto para dar futuro al sector? Es mejor pagar su justo precio o no comer huevos o beber leche?

Cuando faltan alimentos de primera necesidad en las tiendas suele ser porque los productores cierran por falta de rentabilidad, porque no ven futuro.

Porque si no estamos dispuestos a pagar los alimentos por su precio, o bien consumimos producto de importación con el consiguiente impacto en nuestros trabajadores, pueblos y paisajes, o comemos menos o simplemente no comemos determinados alimentos”.

Ahora sólo falta ver que hará Central Lechera Asturiana finalmente con sus contratos lácteos a partir del mes que viene.