Los últimos coletazos en la negociación de la futura Política Agraria Común PAC, están dejando claro que las políticas medioambientales van a ser claves para el futuro de la ganadería en España. 

Bruselas tiene claro que sus estrategias “Biodiversidad 2030” y “De la granja a la mesa” van a ser el eje sobre el que pivoten todas las ayudas y las autorizaciones de actividad en todo el continente. Cambio climático, reciclado de plásticos o gases de efecto invernadero son términos que ya están en el día a día de todas las explotaciones de vacuno de leche de nuestro país. Todo eso, sin embargo, ahora adquiere un nivel diferente puesto que cualquier cosa que se quiera de la PAC va a venir determinado por el cumplimiento de las normativas que regulan el sector y la certificación de las mismas. 

Por todos es sabido que asuntos como el bien estar animal, los purines, las energías verdes o la alimentación sostenible y de cercanía iban a ser importantes pero parece que ahora los ganaderos ya no sólo van a tener que tenerlas en cuenta sino que van a tener que buscar las certificaciones que así lo confirmen. 

Las grandes industrias llevan años exigiendo criterios uniformes para certificar las explotaciones con las que trabajan y así poder vender esas calidades a través de campañas de marketing y publicidad. El cambio ahora viene de la mano del acceso o la expulsión de las ganaderías de los criterios de ayudas de las políticas europeas independientemente de que las industrias las exijan para sus campañas publicitarias o no. 

La ganadería española tiene que actuar y no sólo pensar en todas las certificaciones posibles sino que tiene que liderar ese sector si quiere seguir siendo competitiva en el marco europeo. Sin certificaciones válidas y reconocidas ya no importará el precio al que se esté dispuesto a vender la leche sino que nadie la recogerá porque Europa así lo ha determinado. 

El nivel de explotaciones de las granjas lecheras españolas es tremendamente alto y el cumplimiento con las normas exigidas por la Unión Europea es excelente pero las nuevas condiciones de la PAC hacen que no sólo tengamos que cumplir con la normativa sino que tendremos que certificar oficialmente todo lo que se hace. El reto está ahí y el tiempo parA cumplir con él ya no está en el medio plazo sino en mañana mismo.