Los ganaderos de todo el país y Agaprol OPL llevan reclamando desde hace años la necesidad de incorporar los costes de producción a los contratos lácteos. El real Decreto 5/2020 fue el primero en incluir este concepto en la legislación española y desde entonces la necesidad de incluir esa cláusula en los contratos de los ganaderos con las industrias lácteas viene siendo uno de los caballos de batalla del sector. 

Las industrias simplemente pretenden incluir una cláusula por la que los costes se dan por incluidos en el precio mientras los ganaderos entienden que esa cláusula no está basada en hechos probados e, incluso, ciertos. 

La Comisión Nacional del Mercado de la Competencia pretende arrojar luz a este respecto. La CNMC ha trasladado al Gobierno la necesidad de incluir en la reforma de la Ley sobre la Cadena Alimentaria, que verá la luz este otoño, mayor precisión a la hora de definir este término para que todas las partes tengan un marco de referencia fiable. Si la administración no interviene directamente en este asunto y no sienta las bases para una negociación transparente y objetiva el eslabón más débil de la cadena -los ganaderos- seguirán al albur de las industrias y éstas, a su vez, al dictado de la distribución que sigue utilizando la leche como un producto reclamo en sus lineales de venta al público. 

El Decreto de Medidas Urgentes para la Agricultura y la Ganadería de este año define lo que tiene que ser el marco de una negociación válida entre las partes pero todos los implicados en el sector necesitan de una concreción mayor -como también reclama la CNMC- a la hora de definir el escenario en el que se producen esas negociaciones. 

El camino hacia una negociación real sin posiciones de dominio por parte de la industria ha echado a andar pero será nuevamente responsabilidad de legislador y después del regulador que lo que se escribe sobre el papel sea trasladable a la vida real, a los contratos, a las granjas.